miércoles, 26 de agosto de 2015

COMO ENTENDER LA ADOLESCENCIA 


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       CLAVES PARA TENER UN ADOLSCENTE EN CASA


                                            


Tener un adolescente en casa no debería ser, a juicio de Cervantes, un camino de obstáculos, sino la ocasión ideal para educar y construir a alguien que, sin llegar a ser un adulto, ya ha dejado de ser un niño. «La falta de entendimiento y las distintas formas de ver la realidad deberían convertirse en oportunidades de enriquecimiento mutuo, tanto para los padres como para los hijos. Es más, puede llegar a ser hasta divertido», comenta esta psicóloga. En su libro «Vivir con un adolescente» (Oniro), esta psicóloga nos da claves super prácticas para mejorar la educación de nuestros hijos en un libro que se puede leer, casi, de una tacada.

martes, 25 de agosto de 2015

Atención de los padres
Todos esos vaivenes emocionales provocan en muchos adolescentes un cambio en la forma de demostrar el afecto. Muchos de ellos rechazan los besos y los abrazos, a veces con cajas destempladas. Pero los padres deben saber que no es su amor lo que están rechazando sino la forma en la que este se ha demostrado hasta ahora. Es muy importante entender que los adolescentes siguen necesitando todo nuestro cariño como lo requerían de niños.
Cambios sociales
Otro de los cambios fundamentales de la adolescencia es la importancia que adquieren los amigos. Nuestros hijos adolescentes necesitan formar parte de un grupo de iguales para ir construyendo su propia identidad. Comenzarán a pasar mucho más tiempo con ellos y menos con su familia, pero esa es también una forma de irse preparando para el futuro. Como en el resto de las transformaciones que tienen lugar en la adolescencia, los padres deben estar atentos a esta y saber muy bien quiénes son los amigos de sus hijos.
Guías firmes pero sin autoritarismo
Nuestros adolescentes necesitan en esta época de su vida, quizá más que nunca, que sus padres estén pendientes de ellos, que les impongan normas justas para que su vida se desarrolle plena y saludablemente. Pero también necesitan ir ganando cierta independencia y responsabilidad. Por eso los padres de los adolescentes deben alejarse de los extremos autoritarios aunque eso no quiera decir que dejen a sus hijos incumplir las normas impuestas.

Habla con ellos
La única manera que existe de que esto sea posible es mantener una comunicación fluida con nuestros adolescentes. Los padres de los adolescentes que 
hablan con ellos de todo lo que les ocurre, de sus problemas, de sus miedos, de su sexualidad o de sus preocupaciones consiguen que sus hijos sean más felices y se adapten mejor a los cambios que están viviendo.

lunes, 24 de agosto de 2015


Necesidad de información
Por eso es muy importante que los padres de los adolescentes tengan toda la información posible sobre esta etapa y que se preparen para ella. Es bueno que antes de que llegue sepan ya en qué consistirá y lo que va a ocurrir le a su hijo o hija adolescente. Está claro que no todas las adolescencias son iguales pero hay algunos cambios físicos y psicológicos que provocan reacciones muy similares en la mayoría de los adolescentes.

Cambios físicos
Los principales cambios físicos de la adolescencia son, por una parte, cambios en el aparato reproductor, en las mamas de las niñas y en los genitales de los niños; la aparición de vello corporal y un período de crecimiento rápido que dura entre 3 y 4 años.
Cambios sexuales
La primera etapa de la adolescencia se conoce también como pubertad. Es en este periodo cuando se produce la diferenciación entre el organismo femenino y el masculino. Además la pubertad se inicia en las niñas con la menstruación y, por lo tanto, con el comienzo de la posibilidad de reproducción sexual.

Cambios psicológicos
La adolescencia es un periodo en el que se producen muchos cambios hormonales en el organismo. Esos cambios hormonales son los que provocan la transformación física en el cuerpo de los adolescentes pero también sus alteraciones emocionales.
Los adolescentes pasan de la alegría a la melancolía con asombrosa rapidez. En un minuto se comportan como los niños que eran hace nada y al segundo siguiente adoptan posturas mucho más cercanas a la madurez. Esa es una de las características más habituales de la adolescencia. Y en general no tiene ninguna importancia aunque es bueno vigilar si los periodos de tristeza fueran muy prologados o la melancolía excesiva que podrían indicarnos la existencia de problemas psicológicos.

"QUE ES LA ADOLESCENCIA"


           

                                               
La adolescencia es un periodo de la vida que transcurre entre la infancia y la edad adulta. Lo que caracteriza fundamentalmente a este periodo son los profundos cambios físicos, psicológicos, sexuales y sociales que tienen lugar en esos años. Es imposible establecer la franja exacta de edad en la que transcurre la adolescencia pero la Organización Mundial de la Salud considera que esta etapa va desde los 10 a los 19 años. 

Etapa difícil

Todos esos cambios que viven los adolescentes hacen que en muchos casos sea un periodo difícil tanto para ellos como para sus familias. Pero a la vez es una etapa apasionante. El que antes era un niño ahora está madurando para convertirse en un adulto. Está descubriendo el mundo del que forma parte. Los que están cerca del adolescente, sobre todo sus padres, vivirán todos esos cambios con cierta inquietud pero deben saber que ellos pueden hacer mucho para que todo vaya bien.

jueves, 20 de agosto de 2015

Cómo hacer que la rebeldía sea beneficiosa

Es evidente que la rebeldía es buena para la formación del carácter del adolescente porque, primero, le ayuda a construir la personalidad y la independencia que va a necesitar como adulto y, segundo, le sirve para ir formando su pensamiento abstracto que también es imprescindible para llegar a la madurez.

Hay algunos trucos que pueden ayudar a los padres a sobrellevar las explosiones de rebeldía de forma que estás le sirvan a sus hijos adolescentes pero no arruinen la vida familiar.

·     Permitir siempre a los adolescentes hablar. Muchas veces solo expresando su punto de vista ya tienen suficiente. Por eso es bueno comunicarse con ellos y dejarles que lo hagan.

No pelear con ellos por cosas sin importancia. Valorar muy bien las batallas que queremos tener con nuestros hijos. Es muy posible que el tipo de ropa que lleven durante una época especialmente rebelde sea mucho menos importante que su actitud respetuosa con los demás. Si intentamos librar todas las batallas podemos perder en todas ellas. Si elegimos bien, podemos conseguir que el chico o la chica nos hagan caso porque "no siempre imponemos nuestra voluntad".

martes, 18 de agosto de 2015

NEW REBEL YOUTH

(NUEVA JUVENTUD REBELDE)






La rebeldía es una de las señas de identidad de la adolescencia. Esa característica de enfrentarse a todo y a todos puede tener aspectos positivos para la vida de nuestros hijos adolescentes si sabemos encauzarla bien. Pero, a la vez, la necesidad que tienen los adolescentes de desafiar todas las normas provoca, con mucha frecuencia, enfrentamientos con sus padres.

Dejar pasar los enfrentamientos menos importantes

Un buen consejo es que los padres dejen pasar los enfrentamientos que no tienen importancia para la educación o para la seguridad de sus hijos.

Aunque esos padres opinen que la moda que le gusta a su hijo o hija es horrible, quizá es más efectivo no pelearse con ellos para cambiar sus gustos. No sólo eso, siempre que esa moda no provoque ningún problema, es bueno que ellos sean los que definan su imagen. 

Qué hacer cuando los enfrentamientos son más importantes

Pero hay veces que el nivel de desafío de algunos adolescentes llega a lo intolerable. Hay veces que el enfrentamiento con los padres dificulta la propia maduración del adolescente, le pone en peligro e interfiere muy negativamente en la vida normal de la familia. En esos casos hay que actuar. Y además, hay que actuar inmediatamente. No es bueno dejar pasar tiempo pensando que ya cambiará o que es una época que pasará. Pero muchas veces los padres no saben realmente cómo actuar ante estas situaciones. Tienen la sensación de que es imposible parar ya la bola de nieve en la que se ha convertido el carácter desafiante de su hijo o hija. En estas situaciones, es bueno que los padres sigan una serie de pasos:



·   Mantenerse serenos. Por muy irritados que estén y es cierto que muchas veces los padres de los adolescentes llegan a estar muy enfadados o incluso tremenda mente airados, deben hacer un esfuerzo por mantener la serenidad. Deben ser plenamente conscientes, y conseguir que sus hijos también lo sean, de que en esta situación los adultos son los padres, y los responsables del bienestar y la educación de los hijos. Así que los padres deben buscar la fórmula que sea para mantenerse serenos o recobrar la serenidad en el caso de que los continuos enfrentamientos con sus hijos hayan conseguido que la pierdan.

·   No tener miedo. Deben abandonar todos sus miedos, el miedo a hacerlo mal, el miedo a que más tarde el hijo o hija les reproche algo, el miedo a la culpabilidad. Deben pensar que ellos son adultos serenos y responsables del bienestar de sus hijos y que ejercen ese papel lo mejor que saben.

·   Asegurarse de que las normas están claras. Hay veces que los padres creen que los hijos han entendido perfectamente lo que se le pide y no es así. Por ejemplo si le decimos a un adolescente que se ocupe de un hermano pequeño, puede creer que lo que queremos es que eche un vistazo a ver cómo está cada hora. Pero si lo que queremos es que juegue con su hermano o le ayude a hacer la tarea escolar debemos especificarlo claramente. De la misma forma, si le decimos que recoja su habitación puede que nosotros no tengamos el mismo concepto de lo que es recoger así que es una buena idea detallar exactamente lo que esperamos. Quizá, sobre todo para las normas generales: ayuda en la casa, comportamiento en la escuela y horarios, podemos establecer un contrato detallado con el adolescente en el que se especifique claramente todo.

·  Ser firmes. Es importante ser firmes en las decisiones con los adolescentes. La disciplina es fundamental para su desarrollo. Ellos necesitan normas, exactamente igual que cualquier sociedad necesita normas. Podemos explicarles eso para asegurarnos de que también entienden que vamos a ser firmes, que las normas se imponen para cumplirlas y que cuando no se cumplen, esa actitud tiene consecuencias.

·  Imponer castigos ajustados a las faltas. No improvisar los castigos en un momento de enfado es uno de los mejores consejos. En esos momentos los padres suelen ser poco justos y los resultados pueden ser muy negativos. Es mucho más práctico que los castigos por incumplir las normas se dejen claros al mismo tiempo que se negocien estas. El mismo contrato que nos sirve para explicarles bien a los adolescentes las reglas que tienen que cumplir nos sirve para detallar los castigos a los que se enfrentan si las incumplen. Debemos buscar además castigos que sean efectivos y que les permitan entender la importancia de la regla que se han saltado. Por ejemplo, si la hora de llegada de nuestro hijo son las diez de la noche de los sábados y un sábado llega a las once, probablemente el castigo debería ser leve, quizá madrugar a la mañana siguiente para llevar al hermano pequeño al parque. Pero si la regla que se ha saltado es la de que en ningún caso se debe conducir si se ha bebido alcohol, quizá retirarle durante un tiempo la licencia para manejar el coche sea lo más adecuado. También es bueno que ellos participen en la definición de esos castigos, teniendo siempre en cuenta que deben ser ajustados a la importancia de saltarse cada norma.

Asegurarse de que cumplen las sanciones. Es importante que cuando han incumplido una de las normas, nos aseguremos que de cumplen el castigo impuesto. Si no lo hacemos así, las reglas dejan de tener valor porque los chicos pensarán que no siempre es importante que las cumplan.